Expedición Ártica a bordo del Le Boréal

Expedición Ártica a bordo del Le Boréal: 7 días inolvidables

Acabamos de regresar de una expedición Ártica a bordo del Le Boréal, uno de esos viajes que se te quedan grabados en el alma: una expedición de 7 días a bordo del Le Boréal de PONANT EXPLORATIONS por el archipiélago de Svalbard, con vuelos charter incluidos desde París hasta Longyearbyen. Ha sido un recorrido fascinante por fiordos, glaciares y paisajes árticos únicos, con la comodidad y el lujo discreto que caracteriza a PONANT EXPLORATIONS.

Os cuento, día a día, nuestra experiencia a bordo y en cada desembarco en zodiac, para que os hagáis una idea de lo que significa explorar el Ártico en un crucero de expedición.


Día 1 – Domingo 22 de junio de 2025

Vuelo charter París – Longyearbyen – Embarque en Le Boréal

El viaje empezó con un vuelo charter directo de París a Longyearbyen, la capital de Svalbard. Aterrizar en este pequeño aeropuerto al borde del Ártico ya fue toda una experiencia. El equipo de PONANT EXPLORATIONS nos recibió, realizamos una excursión al museo de historia de Longerbyen y después disfrutamos de tiempo libre para ir de tiendas y comprar algún recuerdo. Más tarde nos dirigimos al teatro de Longerbyen donde nos habían preparado una comida estilo buffet con comida típica autóctona, más tarde el equipo de PONANT EXPLORATIONS nos trasladó al puerto para el embarque.

A bordo del Le Boréal, nos instalamos en nuestro camarote Prestige en la cubierta 5, con balcón privado para disfrutar del sol de medianoche. Tras el simulacro de seguridad, conocimos a María, nuestra directora de crucero española, un auténtico encanto, siempre cercana y atenta.

Esa tarde ya tuvimos nuestro primer briefing de expedición en el teatro, donde el equipo nos habló de la fauna, el hielo y el plan del viaje. Cena de bienvenida y primeras copas en el Grand Salón panorámico mientras navegábamos rumbo sur.


Día 2 – Lunes 23 de junio

St. Johnsforden (mañana) & Poolepynten (tarde)

Tras el desayuno, zarpamos en zodiac para explorar St. Johnsforden, un fiordo espectacular rodeado de montañas alpinas y glaciares colgantes. El silencio solo se rompía con los gritos de las aves marinas. El guía nos contó historias de exploradores y de la fauna del fiordo.

Por la tarde, desembarcamos en Poolepynten, famoso por su colonia de morsas. Fue inolvidable verlas tan de cerca, tumbadas en la playa de cantos rodados, moviéndose torpemente y lanzando resoplidos. Las zodiacs nos acercaron con mucho respeto para no molestarlas.

De vuelta a bordo, recap y briefing para preparar el día siguiente. Posteriormente, la Gala de bienvenida nos esperaba en el teatro para encontrarnos al capitán y más tarde una cena de gala con menú cerrado en el restaurante principal La Licorne. La noche acabo con música en directo en el gran salon.


Día 3 – Martes 24 de junio

Regnardneset (mañana) & Lilliehöökbreen (tarde)

Por la mañana exploramos Regnardneset, un promontorio rocoso entre fiordos que ofrece un paisaje impresionante de picos y glaciares. El desembarco fue una pequeña caminata para fotografiar las morrenas glaciares y el mítico “Lloyd’s Hotel”, la vieja cabaña naranja. La luz del Ártico iluminaba todo con tonos suaves.

Por la tarde navegamos en zodiac por Lilliehöökbreen, un glaciar enorme de 22 km de largo. Nos deslizamos entre témpanos azulados, escuchando el estruendo de los desprendimientos de hielo. El equipo nos explicó el retroceso dramático del glaciar debido al cambio climático. Fue a la vez hermoso y sobrecogedor. Aquí tuvimos la oportunidad de avistar a nuestra primera foca común.

A bordo nos esperaba una cata de jamón de pata negra 100% ibérico, con música en directo, un lujo tras la aventura. Después, tuvimos nuestro recap y briefing y más tarde la cena. Después de cenar un espectáculo en el teatro y la noche acabo con música en directo en el Gran Salón.


Día 4 – Miércoles 25 de junio

Magdalenefjorden

El día entero lo pasamos en Magdalenefjorden, uno de los lugares más icónicos de Svalbard. Desembarcamos en la playa para ver restos históricos de los hornos de grasa ballenera del siglo XVII y escuchamos relatos de la caza de ballenas en la época. Aquí tuvimos la suerte de avistar unas huellas de un oso, los guías nos indicaron que eran de apenas 1 día.

Luego hicimos un espectacular paseo en zodiac para ver los glaciares del fondo del fiordo y sus frecuentes desprendimientos. Las focas nos miraban desde los témpanos y los guías nos señalaron las aves marinas anidando en los acantilados.

De regreso, asistimos a una cata de caviar en el Gran Salón panorámico. Pocas veces sabe tan bien como después de un día tan intenso. La velada terminó con música en directo y un nuevo briefing del equipo.


Día 5 – Viernes 27 de junio

Navegación en el ICE PACK O BANQUISAS DERIVANTES (80º23’N 008º44’E) APENAS 10º GRADOS DE LATITUD DEL POLO NORTE

Este día fue de navegación ártica pura: avanzamos hacia el límite del ICE PACK en el norte de Spitsbergen. El capitán se abrió paso con cuidado hasta el borde de las banquisas derivantes. Desde la cubierta vimos los témpanos de azul intenso y la inmensidad helada. ¡Estábamos en el Polo Norte!

Si las condiciones lo permiten —y nosotros tuvimos suerte— se organiza una salida en zodiac hasta una de las grandes banquisas derivantes. Estar allí, con el crujido del hielo alrededor y el silencio absoluto, ¡fue uno de los momentos más mágicos del viaje!. El equipo nos tenía preparada una sorpresa y es que a bordo de nuestra zodiac una caja de madera, escondía una gran sorpresa, ¡Copas de cristal y una botella de champán para celebrar que habíamos puesto un pie en el Polo Norte!

A bordo hubo charlas sobre el Ártico y tiempo para relajarse en el salón. En el teatro se proyectaron el recap y briefing del día siguiente.

Por la noche, pudimos disfrutar en el Gran Salón de un juego muy muy divertido, Bingo musical, donde no solo era importante acertar la canción sino también bailarla con el resto de pasajeros, ¡fue divertido y singular!


Día 6 – Sábado 28 de junio

Ny-Ålesund (mañana) & King Bay (tarde)

Por la mañana visitamos Ny-Ålesund, la base científica más septentrional del mundo. Pudimos pasear por el pueblo, visitar la oficina de correos más al norte y el pequeño museo de minería y exploración ártica. Además pudimos contemplar el busto de uno de los históricos exploradores Roald Amundsen.

Por la tarde navegamos por King Bay (Kongsfjorden), rodeado de glaciares y montañas. Salimos en zodiac para contemplar los frentes glaciares del Kronebreen y Kongsvegen. El hielo flotante formaba un laberinto espectacular. Los guías nos explicaban la geología y la dinámica de los glaciares.

A bordo tuvimos la cena de despedida, con discursos y brindis. Fue una noche muy especial, celebrando la camaradería surgida en el viaje.


Día 7 – Domingo 29 de junio

Desembarque en Longyearbyen – Vuelo a París

Por la mañana atracamos en Longyearbyen. El desembarque fue ágil y bien organizado. Nos despedimos del equipo de expedición y de nuestra directora de crucero María, que nos había cuidado con tanta calidez. Después nos dirigimos en autobús al Museo de fauna y flora de Longyearbyen, más tarde al aeropuerto donde tomamos el vuelo charter de regreso a París.


Vida a bordo: comodidad y exploración

Le Boréal es un barco pequeño, elegante y muy cómodo. El ambiente es relajado pero refinado, con un servicio atento. Nuestro camarote Prestige en la cubierta 5 nos encantó por el espacio, la cama comodísima y el balcón perfecto para ver el hielo y disfrutar del sol de medianoche.

Las catas (jamón ibérico, caviar, salmón) fueron detalles gourmet deliciosos, y el teatro o el gran salón ofrecía cada noche un plan ameno, con música y baile. El equipo de expedición fue excelente: naturalistas apasionados, siempre dispuestos a explicar fauna, glaciares y la historia del Ártico con rigor y humor. El recap y briefing diario era un momento perfecto para aprender más sobre el destino y al mismo tiempo ser conscientes de la fragilidad del mismo.

Conclusión

Este viaje ha sido una auténtica expedición ártica de lujo, perfectamente organizada, con salidas diarias en zodiac a lugares que parecen de otro mundo. La mezcla de naturaleza salvaje, confort a bordo y el calor humano del equipo hacen de esta ruta por Svalbard algo inolvidable.

Si estáis buscando el Ártico más auténtico, pero sin renunciar al confort y la gastronomía de primer nivel, Le Boréal y PONANT EXPLORATIONS son apuesta segura.

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